jueves, 4 de octubre de 2018

La Ética y el Valor del Esfuerzo.

La ética profesional se refiere al conjunto de normas o principios por los cuales debe regirse una persona en el ámbito laboral. La ética abarca los parámetros y actividades que se realizan en las diferentes profesiones. Trata de establecer conciencia de responsabilidad en la ejecución de la profesión, mediante los valores que tiene cada persona.

Para que una persona tenga ética profesional es fundamental que goce de una naturaleza o personalidad que restaure el sentido de responsabilidad en cada individuo para un mejor rendimiento, como principal objetivo de esta materia.

La ética profesional no depende directamente de normas o códigos de conducta; no nos pone en dilema del cumplimiento o no de ciertas reglas debido a que sucede naturalmente. El comportamiento de la ética es totalmente libre y responsable de las consecuencias que pueda llegar a tener, independientemente de las buenas intenciones.

En lo profesional, tiene que ver directamente con nosotros. Guarda relación con la calidad moral del trabajo que realizamos, se vincula con la forma en que llevamos a cabo nuestro quehacer diario, que implica vocación, honestidad, responsabilidad y respeto. Es asumir un compromiso con lo que cada ser humano hace.

Un ejemplo de ética profesional sería que independientemente del estado de ánimo en que la persona se encuentre, de lo que le suceda internamente, por alguna situación económica, de lo que esté sucediendo en el mundo, la responsabilidad profesional nos obliga a hacer un buen trabajo.

Muchas personas faltan a la ética porque con frecuencia llevan sus problemas a su lugar de trabajo. Entonces, ¿de qué sirve tener un título universitario o un puesto si haces tu trabajo con desinterés y sin vocación, pensando que todo el mundo tiene la culpa de tus problemas? La ética profesional es de cumplimiento obligatorio con nuestro ser, un principio inviolable, una lealtad que no se puede abandonar ni defraudar para que se llegue a ser mejor persona, con más principios y conocimientos.

Cuando se actúa con ética profesional significa que se ha logrado integrar el quehacer diario con la vida cotidiana. La vocación tiene mucha importancia para que asumamos ese compromiso laboral.

Invito a los colegas de la región, a los futuros arquitectos e ingenieros, a replantear lo que se pretende hacer, a desprenderse del egocentrismo y ver por el bien común de Huejutla. Los objetivos, en la mayor parte de las ocasiones, son difíciles pero no imposibles de conseguir. En la vida, por lo menos así me inculcaron, se trazan objetivos a corto o mediano plazo y se van alcanzando, poco a poco, con esfuerzo y dedicación, porque cada "gota" de ese esfuerzo nos va a permitir llegar a nuestra meta. Las cosas no se consiguen bajo presión, bajo capricho, solo porque sí...

Obtener los retos que se quieren fácilmente sin tener que esforzarse es lo más cómodo y lo menos adecuado. Es caer en el mismo círculo vicioso en el que actualmente estamos. La sociedad necesita una transformación, nuestro tejido social está, severamente, dañado. Necesitamos gente comprometida, que sepa lo que puede y lo que no está facultado para ejecutar.

El valor del esfuerzo, es decir, luchar por las cosas que se quieren conseguir en la sociedad, es una cualidad positiva de las personas. Te dignifica como persona, te forja el carácter, porque lo importante no es cómo es tu camino, sino cómo enfrentas ese camino, el cual, estará lleno de "piedras". Tendrás que levantarte y seguir. El valor del esfuerzo se está perdiendo, porque se pretenden obtener las cosas de una manera fácil, se deja de lado, incluso, la vocación que tienes por el simple hecho de una remuneración.

Termino con una frase de Rossellini: “La búsqueda de la humildad es lo más importante, especialmente si quieres edificar una ética y si quieres alcanzar una cierta moral.”

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